
Tipos de ITV: ¿Cuál necesita tu vehículo?

¿Sabías que existen diferentes tipos de ITV? En este artículo te explicamos las particularidades de la ITV periódica y la ITV no periódica, para que sepas cuándo y por qué debes realizar cada una.
ITV Periódica: la inspección obligatoria para todos los vehículos
La ITV periódica es la revisión técnica obligatoria que deben superar todos los vehículos matriculados y en circulación en España. Su función principal es comprobar que el estado general del vehículo y sus sistemas de seguridad —como frenos, dirección, luces o neumáticos— están en condiciones óptimas para garantizar una conducción segura.
Además, esta inspección evalúa que el vehículo cumple con las normativas medioambientales vigentes, contribuyendo a la reducción de emisiones contaminantes. La frecuencia con la que debe realizarse depende de la antigüedad y tipo de vehículo, y su incumplimiento puede acarrear sanciones económicas y la pérdida de validez del seguro.
ITV No Periódica: revisiones especiales para situaciones concretas
Por otro lado, la ITV no periódica se aplica en casos específicos que requieren una inspección puntual, sin seguir un calendario fijo. Estas son algunas de las situaciones más comunes en las que se debe realizar este tipo de ITV:
- Antes de matricular un vehículo: Cuando se importa un vehículo o se matricula por primera vez, es imprescindible pasar esta inspección para verificar que cumple con la normativa técnica y medioambiental vigente antes de obtener la tarjeta ITV y formalizar la matriculación.
- Duplicado de tarjeta ITV: En caso de robo, pérdida o deterioro de la tarjeta física, es necesario solicitar un duplicado en una estación ITV. Para las tarjetas electrónicas, el trámite se realiza en la Jefatura Provincial de Tráfico, pero siempre tras pasar una inspección favorable.
- Revisión de taxímetros: Los vehículos que incorporan taxímetros deben someterse a inspecciones especiales tras cualquier cambio en tarifas o modificaciones para asegurar el correcto funcionamiento del dispositivo.
- Tras reformas en el vehículo: Cualquier modificación significativa en la estructura o componentes del vehículo (como cambios en la carrocería, suspensión o motor) requiere pasar una ITV para certificar que la reforma cumple con la normativa.
- Inspecciones voluntarias: Cuando el propietario quiere comprobar el estado técnico del vehículo sin obligación legal, puede solicitar una inspección voluntaria para mayor tranquilidad.
- Vehículos accidentados: Tras un accidente que haya provocado daños importantes en la estructura o sistemas clave (dirección, suspensión, frenos), es obligatorio pasar una ITV antes de volver a circular.
- Pesaje del vehículo: Algunas estaciones cuentan con básculas para determinar el peso exacto del vehículo, una información útil para trámites administrativos o cumplimiento de normativas específicas.
¿Qué hacer para pasar tu ITV?
En cualquiera de los casos, para realizar la ITV es fundamental pedir cita previa, lo que facilita una atención rápida y organizada. Acudir con la documentación correcta y el vehículo en buen estado aumentará las posibilidades de superar la inspección sin inconvenientes.